jueves, 8 de julio de 2010

La visión



al enemigo que se va, puentes de plata


Cuando volviste la prisión creció de nuevo. Ahí donde el estiércol abandonado empezaba a madurar la tierra, ahora ya todos se dan la espalda a todos, la fruta pudrifica, la sangre se corta, se enniebla el horizonte, el tiempo se detuvo.

    De las cavernas más profundas regresaste, animal herido, silencioso, que tanto daño hiciste a los perros más rabiosos: eres el monstruo temible indultado, que respira con trabajos, calculando las ventajas obtenidas por tu dedo inmaculado. Eres la bestia mugrosa que arrastra sus moscas consigo, adentro de tu caparazón dorado, que dejas una baba ácida a tu paso muerto. Tus alas, torpes, con las que nunca has volado, tiran todo en su andar peligroso por el pueblo desierto.

    Enemigo, te acuestas a descansar sobre tu larga cola. Sin vergüenza ninguna defecas y devoras. En tu mente existe la imagen de la victoria absoluta:

    --El amor lo puede todo --, te confortas y te propones dormir, soñando con tus actos más viles, el llanto de los inocentes.

    La gente sale de su casa, comienza a respirar el aliento envenenado de la creatura. No dice nada, se prepara para irse a trabajar. El futuro agarra sus triques y se larga lejos con su modestia inútil.

    Yo odio pero trato de no hacer mucho ruido con la pluma, para no despertárte de tu siesta, visión pestilente.



Nota: la pintura utilizada al principio es de Francisco Goya y se llama La visión fantástica o Asmodea. Este texto pertenece a un cuaderno de notas que data de mi verano de 2009.

2 comentarios:

  1. interesante. me recordo al increíble poema de gloria t. "y la mugre eres tú"
    http://ow.ly/28Xaw

    ResponderEliminar
  2. Como siempre, me has dejado embobada... después de leer tu ensayo y tu poema me doy cuenta de cuánto has evolucionado... soy tu fans...

    ResponderEliminar