miércoles, 30 de junio de 2010

un momento: el whisky

Antes de septiembre de 1939, es decir, antes del inicio de este mundo, James Joyce publica su última obra: el Finnegan’s Wake, una catedral aún lo bastante inaccesible, sin embargo, uno de los cónclaves centrales que se deja ver –si es que los hay y si es que se deja ver- es el whisky.


El protagonista de este texto, Finnegan, es un colosal mito irlandés y un personaje popular de una canción irlandesa que recorrió las calles de New York. Este hombre-símbolo muere al caer de una escalera, pero revive mientras le vacían un galón de su bebida predilecta, el whisky, en su velorio al que asiste nadie, es decir todo el mundo.


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